"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre."
Hoy se celebra la visitación de Maria a su prima Isabel. El encuentro de dos mujeres. Ambas humildes, de condición sencilla, separadas y destinadas por el amor a acompañar la una a la otra. Maria con esta visita emprende la primera misión de nuestra iglesia. Ir donde los necesitados y llevar en el interior al que es todo esperanza, toda paz, toda alegria.
Esta visita nos recuerda que no debemos quedarnos en casa, que la esperanza-vida no se guarda se comparte, se da. Y es que aquel que lleva en el interior al Señor, aquel que lo tiene cercano, siente el deseo de darlo, de compartirse. Es esa sensación rara que mueve desde el fondo y que algunos llamamos "Llamado".
Todos los que nos topamos con Él. Los que lo hemos encon trado por el camino. Los que asistimos en comunidad y hacemos iglesia en torno al resucitado somos llamados. Llamados a saber, llamados a ser, llamados a hacer-enseñar. A demostrarlo con nuestra vida. Todos nuestros días son dias de visitación, de buenas noticias que devieramos dar a los pobres, a los cautivos. Días de sentir verguenza por lo que no hemos hecho por nuestro hermanos, por los dias en que no hemos salido prontos y diligentes a la visita.
Dios nos conceda el salir de nuestro mundo de "yo" de nuestra casa, e ir a la de los otros. Solo así, saliendo de nuestra casa es como encontramos la de los otros y hacemos comunidad, hacemos iglesia.
Las palabras de Maria hoy tan duras, que a muchos se nos hace facil hacernos de la vista gorda y quedarnos en casa.
"Concedenos Señor salir al encuentro de la vida"