En 1947 un grupo de obreros tabasqueños de la industria petrolera y que había trabajado en la compañía inglesa "El Águila" se quedo sin empleo debido a la expropiación petrolera de 1938. Esto obreros tabasqueños trataron de fundar un sindicato pero la dirigencia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la República Mexicana (SNTPRM) y la legislación que protegía al corporativismo centralizado, propio del sistema presidencialista, no se los permitió. Siendo desplazados de sus trabajos por personas de fuera, "Ni con doce años de trabajo, fueron considerados de planta en PEMEX".
Asimismo, cuando el Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines inauguró Ciudad PEMEX el 3 de marzo de 1958 dijo en su discurso: "Hemos constatado cómo de la marisma, de la selva, de la naturaleza domeñada, los mexicanos han logrado realizar unas obras tan importantes como estas de Petróleos Mexicanos que habrán de servir primero que nada a México y en el caso particular AL NOROESTE DE LA NACIÓN QUE TANTA FALTA TENÍA DE COMBUSTIBLES PARA ACELERAR SU DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL". ¿Y Tabasco?
Ese es el discurso presidencial que hasta hoy, 2007, sigue vigente. Como los discursos presidenciales de hoy, aquel de 1958 no era más que la expresión clara del colonialismo y dominio económico que los intereses políticos y económicos del centro y norte del país, más industrializados, han ejercido por siempre sobre Tabasco y el Sureste de México. En ningún momento dijo Ruiz Cortines que ese petróleo extraído de las entrañas de Tabasco serviría para industrializar a nuestra entidad y al Sureste.
Por esta razón, es imposible creer que se este considerando privatizar PEMEX cuando se supone es una empresa creado por mexicanos y para los mexicanos. No es posible que las políticas privatizadoras pongan en riesgo el futuro de toda una población. No es posible que este tipo de medidas macroeconómicas se hagan sin tener la más mínima sensibilidad social".
Por ello, el verdadero fondo de la discusión es y debe ser quién o quiénes van a controlar la renta petrolera del país. Y en este sentido, para que la nación pueda conservar la renta petrolera como un patrimonio de los mexicanos, tiene que y debe de realizar las inversiones de manera directa, ya que en el contexto actual, privatizar o abrir PEMEX resultaría ser la misma gata, pero revolcada.
Fuente: diarioolmeca.com.mx
La Jornada.
Laura González Núñez.