Sobre la oración de silencio.
Vivimos con superficialidad y a menudo huyendo para no entrar al santuario de nuestro espíritu. Si alguien llega a tomar conciencia de lo que le pasa, el mismo puede solucionar su problema.
La oración de silencio o recogimiento interior tiene más poder de transformación que cualquier otro tipo de oración. El silencio exterior, pero principalmente el interior, es portador de un amor profundo. La oración de silencio da mucha paz, una paz que luego comienza a invadir la vida y queda como una música de fondo, como un estado de ánimo, como algo adquirido. Otra característica de esta oración es que descansa física y mentalmente.
La oración vale la pena por si misma si Dios es realmente Padre para nosotros, si Jesucristo es alguien que nos quiere y no solo una idea que simboliza el progreso social o la unidad del universo. La oración tiene sentido en sí, como una amistad tiene sentido aunque no me reporte ningún beneficio financiero.
Fragmentos del libro “Aprendiendo a orar” de F. Jalics