Discipulado y envío al servicio del reino de Dios
Este ha sido el tema del Décimo Octavo Encuentro Nacional de las CEBs, realizado en la diócesis de Coatzacoalcos, Veracruz. Más adelante iremos presentando algunas partes de este acontecimiento. Ahora queremos caracterizar algunos de los elementos que, como frutos del encuentro, hemos ido recogiendo sobre nuestra espiritualidad de las CEBs.
«Espiritualidad» quiere decir “lo que nos motiva”, lo que nos mueve.
La espiritualidad de las CEBs ES UNA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA. Una espiritualidad, una forma de vida y un estilo de realizar la acción movidos por el Espíritu de Jesús.
Para nosotros la espiritualidad se ha convertido en UNA FORMA DE VIDA Y DE ACCIÓN. Es una espiritualidad de discípulos y discípulas de Jesús., una espiritualidad misionera por el reino.
Jesús, actualmente presente por su Espíritu, es el que actúa. Es el mismo Espíritu que el Padre le ha otorgado a Jesús, tanto desde el momento de su concepción, como en el momento de su Envío, en el Bautismo. Es el Espíritu de hijos e hijas de Dios, que recibimos en el bautismo, que actuó en Jesús a lo largo de toda su vida. Por su fuerza se entregó en la cruz dando su vida para dar vida, el Espíritu que ha sido derramado en Pentecostés sobre su comunidad para continuar la misión confiada a su Hijo.
Es un Espíritu profético que anuncia el reinado de Dios, denuncia lo que se opone y convoca a darle continuidad, en la historia actual a la Misión del Hijo, encomendada por el Padre.
La Espiritualidad de las CEBs es por eso esencialmente MISIONERA, es ACCIÓN. Enviados al servicio del reinado de Dios en la realidad actual, lleva a la práctica la petición que Jesús nos enseñó: “Venga tu reino”. El reinado de Dios ha llegado en la persona de Jesús, en su práctica misionera, en sus obras y palabras.
El reino de Dios es la acción transformadora de Dios en el mundo. Es un mundo transformado por Dios. No es un mundo simplemente mejorado, es un mundo liberado del anti-reino, del pecado del mundo. Este PECADO es un mundo estructurado por la injusticia, que produce pobreza. Es el mudo que ha crucificado a Jesús y que sigue crucificando a los pobres, que les sigue negando su identidad, su participación y su acción en la construcción de una sociedad justa, en donde sea posible la vida digna de los excluidos.
Es una espiritualidad de RESURRECCIÓN, que se hace realidad por la ACCIÓN SOLIDARIA. Primero, la de Jesús, que se hizo uno con los crucificados para bajarlos de la cruz, para que se «levantaran» de su situación que les da muerte. Ahora, la encomendada y llevada a cabo por su Espíritu por muchos medios, uno de ellos, la Comunidad, que mediante la SOLIDARIDAD y el SERVICIO a los crucificados se convierte en presencia de Jesús, en presencia actual de su Misión y de una forma real aunque en camino hacia la plenitud, del reinado de Dios.
Por eso su espiritualidad es la de ser discípulas de Jesús, sal, fermento y luz al servicio del reino (Lema de Encuentro).
Discípulas de los pobres que tienen Espíritu, corazón de pobres. Que son solidarias de los pobres y que su opción por ellos es para que liberados, tengan vida y la tengan en abundancia.
Es una opción, por eso, que pasa por la CRUZ de Jesús, por la cruz de los pobres. Ellas mismas y sus ministros se ven envueltas en el CONFLICTO de esta sociedad que busca otros Dioses, del lucro, del poder y de la dominación y no el Dios que es Servicio, entrega de la propia vida, para la liberación de los hijos e hijas de Dios, que son crucificados por esos dioses.
Este conflicto tiene su causa en la forma de vida y en la forma de realizar su Solidaridad, en la forma de ejercer el SERVICIO Y MINISTERIO. El mundo lo ejercita como dominación. Jesús quiere que “no sea así entre ustedes”. Por eso el servicio no es sólo una forma de fraternidad, sino también una forma de vida contraria a la del mundo, que lo contradice y que se plantea a que ayude a que se transforme la forma de cómo lo vive la sociedad. Por eso los detectores de la economía, del poder de los bines culturales y sociales, ven esta forma de vida y de acción como algo contrario. Como vieron que lo realizaba Jesús y por eso lo crucificaron. De esa CRUZ participan las comunidades. Esa es su espiritualidad de la Cruz
Esta ESPIRITUALIDAD se manifiesta sobre todo, en el servicio y la solidaridad, realizada por actuales ejes que la articulan, como son
• (1) la atención y apoyo a los MIGRANTES, a sus derechos humanos;
• (2) la defensa y promoción de los DERECHOS económicos, sociales, culturales y ambientales, y, por eso, la defensa y promoción de las identidades y proyectos de la identidades INDÍGENAS, de las mujeres, de los OBREROS (Pasta de Conchos y políticas laborales en maquiladoras, etc), de los afectados por VIHSIDA, el cuidado del ambiente de una
• (3) ECOLOGÍA de la tierra, humana y social. Incluye la formación y la participación en
• (4) PROYECTOS ALTERNATIVOS, de SALUD, PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN, que respeten y promuevan la vida desde los empobrecidos. Incluye la
• (5) PARTICIPACIÓN CIUDADANA, pues somos parte de la sociedad civil y desde ahí participamos en los partidos, sin casarnos con ninguno.
Es una espiritualidad que se alimenta de la PALABRA DE DIOS , acontecida en la VIDA y EXPRESADA Y ASUMIDA COMO luz en la ESCRITURA. Es, pues una espiritualidad, del Dios de la VIDA que une fe y vida.
Espiritualidad que se expresa y se dinamiza en el
o VER; como manera de estar INSERTOS EN LA REALIDAD de canda día, como Jesús lo hizo por más de treinta años en Nazaret, en Galilea, en Palestina;
o PENSAR, como forma de REFLEXIONAR, SENTIR Y DISCERNIR LA PRESENCIA Y LA ACCIÓN DE DIOS EN LA VIDA y, por eso, el
o ACTUAR se convierte en MISIÓN, en dejarse conducir por el Espíritu que les envía a ser sal, luz y fermento, PRESENCIA DEL REINO EN SERVICIO DE REINO DE DIOS EN EL MUNDO, hasta que haya cielos nuevos y tierra nueva.
o Es una espiritualidad que intenta vivirse en forma de CONVERSIÓN permanente. De ahí de la práctica de la EVALUACIÓN, no punidamente como forma de eficacia, sino como forma de conversión al reinado. Comunidad que no se evalúa se estanca y muere, es sal que ha perdido su sabor…
o Comunidad que CELEBRA, en la eucaristía en los eventos, en los sacramentos, en la Proclamación de la Palabra de Dios, en distintas ocasiones. Pero ¿qué celebra? Todo lo que hemos dicho, la vida, la solidaridad, la libertad, la resurrección, la Muerte que nos da vida y a que, muriendo lo que no es reino, vamos aprendiendo a vivir y compartir la vida. Se celebra la VIDA. Es una práctica de agradecimiento en todo y por todo lo que nos concede el Dios de la vida y como envío a que agradecidamente lo realizamos compartiendo.
Somos comunidades CREYENTES, que por eso oramos, amamos y esperamos. Somos discípulas y misioneras del reino, optamos por los pobres, siendo pobres, cada vez más con Espíritu, con corazón y manos nuevas y con pies que tratan de romper fronteras, económicas, sociales, culturales, patriarcales.
Todo esto nos hace ser IGLESIA. Somos comunidades ECLESIALES. Todo eso se vive en COMUNIDAD, formando Comunidad de comunidades, en comunión con nuestros Pastores. A ELLOS LES HA ENCOMENDADO EL Señor el cuidado de sus hermanos y hermanas para que a su vez, como pedro, una vez confirmados en la fe, confirmen a su rebaño. En el encuentro se proclamaba “Tenemos Obispos al lado de los pobres”. La proclama no era una proclama política, de líderes de partido, sino una proclama evangélica, se reconoce que, como Pedro, están dispuestos a dar la vida hasta la cruz, para que los crucificados tengan vida, sean elevados y liberados de ella. El reino de Dios nos HERMANA, pues, como comunidad de pobres que creen en los pobres y todos aquellos que crean que ellos son sujetos y actores, desde donde germina ese reinado de Dios. Por eso somos llamados ser como Comunidad, servidoras y solidarias Toda Comunidad es Ministerial, con ministerios tanto comunitarios como sociales, pues nuestra misión se realiza hacia adentro de la comunidad y hacia fuera, hacia la sociedad. Si no somos sal, fermento y luz de la Sociedad y del mundo, no somos Comunidad Eclesial.
¿Y la opción por los pobres? No pide comentarios, pues como vemos, los pobres son su base, su eje, sus actores y agentes centrales. La fe se vive como pobres con Espíritu, que es también su base. Una base necesita su reino… Yna base que lo finque en la fe, una base que sustente a pueblos nuevos, una base que lo deje crecet
NOTA 1: Con frecuencia identificamos la espiritualidad con algunas prácticas que llamamos espirituales, pero la espiritualidad es una forma de vida que atraviesa todo el ser y que en las comunidades se manifiesta como Solidaridad y Servicio, como toda forma de amar y servir al hermano crucificado, desde el Espíritu de Jesús, de su forma de vida y acción, desde esa su Misión por el reino de Dios.
NOTA 2: También identificamos lo «espiritual» con lo religioso. Pero existen dos formas en las que se vive y expresa lo espiritual: la forma religiosa, como son novenas, retiros, horas santas, etc.; y otra forma secular, como servicio, como son la atención a los enfermos, la promoción social, la participación ciudadana que procura una sociedad más digna y justa; la organización de la base y de identidades diferentes; la participación los movimientos sociales como el Foro Social Mundial, etc. Todas ellas son forma de la «ESPIRITUALIDAD» y ninguna debería de oponerse sino de vivirse en unidad de fe y vida por causa de la justicia que promueve el reinado de Dios. Las dos tienen que ser misioneras y fuente de ministerios de diversas maneras, religiosas y seculares. Todos ellos «espirituales».
NOTA 3: estos son «huesos», la carne la ha dado el encuentro. En las siguientes ediciones iremos presentando aspectos que nos dieron y nos pueden seguir dando vida y aliento.
Este ha sido el tema del Décimo Octavo Encuentro Nacional de las CEBs, realizado en la diócesis de Coatzacoalcos, Veracruz. Más adelante iremos presentando algunas partes de este acontecimiento. Ahora queremos caracterizar algunos de los elementos que, como frutos del encuentro, hemos ido recogiendo sobre nuestra espiritualidad de las CEBs.
«Espiritualidad» quiere decir “lo que nos motiva”, lo que nos mueve.
La espiritualidad de las CEBs ES UNA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA. Una espiritualidad, una forma de vida y un estilo de realizar la acción movidos por el Espíritu de Jesús.
Para nosotros la espiritualidad se ha convertido en UNA FORMA DE VIDA Y DE ACCIÓN. Es una espiritualidad de discípulos y discípulas de Jesús., una espiritualidad misionera por el reino.
Jesús, actualmente presente por su Espíritu, es el que actúa. Es el mismo Espíritu que el Padre le ha otorgado a Jesús, tanto desde el momento de su concepción, como en el momento de su Envío, en el Bautismo. Es el Espíritu de hijos e hijas de Dios, que recibimos en el bautismo, que actuó en Jesús a lo largo de toda su vida. Por su fuerza se entregó en la cruz dando su vida para dar vida, el Espíritu que ha sido derramado en Pentecostés sobre su comunidad para continuar la misión confiada a su Hijo.
Es un Espíritu profético que anuncia el reinado de Dios, denuncia lo que se opone y convoca a darle continuidad, en la historia actual a la Misión del Hijo, encomendada por el Padre.
La Espiritualidad de las CEBs es por eso esencialmente MISIONERA, es ACCIÓN. Enviados al servicio del reinado de Dios en la realidad actual, lleva a la práctica la petición que Jesús nos enseñó: “Venga tu reino”. El reinado de Dios ha llegado en la persona de Jesús, en su práctica misionera, en sus obras y palabras.
El reino de Dios es la acción transformadora de Dios en el mundo. Es un mundo transformado por Dios. No es un mundo simplemente mejorado, es un mundo liberado del anti-reino, del pecado del mundo. Este PECADO es un mundo estructurado por la injusticia, que produce pobreza. Es el mudo que ha crucificado a Jesús y que sigue crucificando a los pobres, que les sigue negando su identidad, su participación y su acción en la construcción de una sociedad justa, en donde sea posible la vida digna de los excluidos.
Es una espiritualidad de RESURRECCIÓN, que se hace realidad por la ACCIÓN SOLIDARIA. Primero, la de Jesús, que se hizo uno con los crucificados para bajarlos de la cruz, para que se «levantaran» de su situación que les da muerte. Ahora, la encomendada y llevada a cabo por su Espíritu por muchos medios, uno de ellos, la Comunidad, que mediante la SOLIDARIDAD y el SERVICIO a los crucificados se convierte en presencia de Jesús, en presencia actual de su Misión y de una forma real aunque en camino hacia la plenitud, del reinado de Dios.
Por eso su espiritualidad es la de ser discípulas de Jesús, sal, fermento y luz al servicio del reino (Lema de Encuentro).
Discípulas de los pobres que tienen Espíritu, corazón de pobres. Que son solidarias de los pobres y que su opción por ellos es para que liberados, tengan vida y la tengan en abundancia.
Es una opción, por eso, que pasa por la CRUZ de Jesús, por la cruz de los pobres. Ellas mismas y sus ministros se ven envueltas en el CONFLICTO de esta sociedad que busca otros Dioses, del lucro, del poder y de la dominación y no el Dios que es Servicio, entrega de la propia vida, para la liberación de los hijos e hijas de Dios, que son crucificados por esos dioses.
Este conflicto tiene su causa en la forma de vida y en la forma de realizar su Solidaridad, en la forma de ejercer el SERVICIO Y MINISTERIO. El mundo lo ejercita como dominación. Jesús quiere que “no sea así entre ustedes”. Por eso el servicio no es sólo una forma de fraternidad, sino también una forma de vida contraria a la del mundo, que lo contradice y que se plantea a que ayude a que se transforme la forma de cómo lo vive la sociedad. Por eso los detectores de la economía, del poder de los bines culturales y sociales, ven esta forma de vida y de acción como algo contrario. Como vieron que lo realizaba Jesús y por eso lo crucificaron. De esa CRUZ participan las comunidades. Esa es su espiritualidad de la Cruz
Esta ESPIRITUALIDAD se manifiesta sobre todo, en el servicio y la solidaridad, realizada por actuales ejes que la articulan, como son
• (1) la atención y apoyo a los MIGRANTES, a sus derechos humanos;
• (2) la defensa y promoción de los DERECHOS económicos, sociales, culturales y ambientales, y, por eso, la defensa y promoción de las identidades y proyectos de la identidades INDÍGENAS, de las mujeres, de los OBREROS (Pasta de Conchos y políticas laborales en maquiladoras, etc), de los afectados por VIHSIDA, el cuidado del ambiente de una
• (3) ECOLOGÍA de la tierra, humana y social. Incluye la formación y la participación en
• (4) PROYECTOS ALTERNATIVOS, de SALUD, PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN, que respeten y promuevan la vida desde los empobrecidos. Incluye la
• (5) PARTICIPACIÓN CIUDADANA, pues somos parte de la sociedad civil y desde ahí participamos en los partidos, sin casarnos con ninguno.
Es una espiritualidad que se alimenta de la PALABRA DE DIOS , acontecida en la VIDA y EXPRESADA Y ASUMIDA COMO luz en la ESCRITURA. Es, pues una espiritualidad, del Dios de la VIDA que une fe y vida.
Espiritualidad que se expresa y se dinamiza en el
o VER; como manera de estar INSERTOS EN LA REALIDAD de canda día, como Jesús lo hizo por más de treinta años en Nazaret, en Galilea, en Palestina;
o PENSAR, como forma de REFLEXIONAR, SENTIR Y DISCERNIR LA PRESENCIA Y LA ACCIÓN DE DIOS EN LA VIDA y, por eso, el
o ACTUAR se convierte en MISIÓN, en dejarse conducir por el Espíritu que les envía a ser sal, luz y fermento, PRESENCIA DEL REINO EN SERVICIO DE REINO DE DIOS EN EL MUNDO, hasta que haya cielos nuevos y tierra nueva.
o Es una espiritualidad que intenta vivirse en forma de CONVERSIÓN permanente. De ahí de la práctica de la EVALUACIÓN, no punidamente como forma de eficacia, sino como forma de conversión al reinado. Comunidad que no se evalúa se estanca y muere, es sal que ha perdido su sabor…
o Comunidad que CELEBRA, en la eucaristía en los eventos, en los sacramentos, en la Proclamación de la Palabra de Dios, en distintas ocasiones. Pero ¿qué celebra? Todo lo que hemos dicho, la vida, la solidaridad, la libertad, la resurrección, la Muerte que nos da vida y a que, muriendo lo que no es reino, vamos aprendiendo a vivir y compartir la vida. Se celebra la VIDA. Es una práctica de agradecimiento en todo y por todo lo que nos concede el Dios de la vida y como envío a que agradecidamente lo realizamos compartiendo.
Somos comunidades CREYENTES, que por eso oramos, amamos y esperamos. Somos discípulas y misioneras del reino, optamos por los pobres, siendo pobres, cada vez más con Espíritu, con corazón y manos nuevas y con pies que tratan de romper fronteras, económicas, sociales, culturales, patriarcales.
Todo esto nos hace ser IGLESIA. Somos comunidades ECLESIALES. Todo eso se vive en COMUNIDAD, formando Comunidad de comunidades, en comunión con nuestros Pastores. A ELLOS LES HA ENCOMENDADO EL Señor el cuidado de sus hermanos y hermanas para que a su vez, como pedro, una vez confirmados en la fe, confirmen a su rebaño. En el encuentro se proclamaba “Tenemos Obispos al lado de los pobres”. La proclama no era una proclama política, de líderes de partido, sino una proclama evangélica, se reconoce que, como Pedro, están dispuestos a dar la vida hasta la cruz, para que los crucificados tengan vida, sean elevados y liberados de ella. El reino de Dios nos HERMANA, pues, como comunidad de pobres que creen en los pobres y todos aquellos que crean que ellos son sujetos y actores, desde donde germina ese reinado de Dios. Por eso somos llamados ser como Comunidad, servidoras y solidarias Toda Comunidad es Ministerial, con ministerios tanto comunitarios como sociales, pues nuestra misión se realiza hacia adentro de la comunidad y hacia fuera, hacia la sociedad. Si no somos sal, fermento y luz de la Sociedad y del mundo, no somos Comunidad Eclesial.
¿Y la opción por los pobres? No pide comentarios, pues como vemos, los pobres son su base, su eje, sus actores y agentes centrales. La fe se vive como pobres con Espíritu, que es también su base. Una base necesita su reino… Yna base que lo finque en la fe, una base que sustente a pueblos nuevos, una base que lo deje crecet
NOTA 1: Con frecuencia identificamos la espiritualidad con algunas prácticas que llamamos espirituales, pero la espiritualidad es una forma de vida que atraviesa todo el ser y que en las comunidades se manifiesta como Solidaridad y Servicio, como toda forma de amar y servir al hermano crucificado, desde el Espíritu de Jesús, de su forma de vida y acción, desde esa su Misión por el reino de Dios.
NOTA 2: También identificamos lo «espiritual» con lo religioso. Pero existen dos formas en las que se vive y expresa lo espiritual: la forma religiosa, como son novenas, retiros, horas santas, etc.; y otra forma secular, como servicio, como son la atención a los enfermos, la promoción social, la participación ciudadana que procura una sociedad más digna y justa; la organización de la base y de identidades diferentes; la participación los movimientos sociales como el Foro Social Mundial, etc. Todas ellas son forma de la «ESPIRITUALIDAD» y ninguna debería de oponerse sino de vivirse en unidad de fe y vida por causa de la justicia que promueve el reinado de Dios. Las dos tienen que ser misioneras y fuente de ministerios de diversas maneras, religiosas y seculares. Todos ellos «espirituales».
NOTA 3: estos son «huesos», la carne la ha dado el encuentro. En las siguientes ediciones iremos presentando aspectos que nos dieron y nos pueden seguir dando vida y aliento.
Ignacio Javier Garibay,SJ
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